Se habló de la toma de un camino acertado, después del partido con 57 FC. Se habló de un equipo metido, concentrado, comprometido con el proyecto. Se habló de un juego con pocas fisuras y mucha actitud, muy efectivo a la hora de atacar. Por sobre todas las cosas, de un Violeta que parecía madurar. Pero otra vez, una semana de gloria le deja paso a un domingo para el olvido.
Tras una muy buena práctica el día jueves, en donde Cruz y Rabachini sobresalieron como figuras y el resto de los jugadores mostró buen nivel, llegó el momento de enfrentar a Osama, candidato a campeón. Partido pactado para las 8.45, el encuentro comenzo cerca de las 9.30, para beneficio del rival y para irritacion de los jugadores de Pitta, que desde las 8.15 se encontraban en las inmediaciones.
El resultado del encuentro fue de 7-1 para Osama. Nada que discutir acerca del resultado. En el primer tiempo la superioridad fue demasiada. La falta de actitud y el poco volumen de juego dejaron sin chances a los violetas, que se fueron 0-4 abajo. Aleidín; Acebey, Otero; Rabachini y Camblor fueron los titulares. A los 4 minutos Aleidín se retiraría de la cancha tras recibir dos goles, para dejarle su lugar a un Paradela que desde el anterior encuentro ha mostrado una levantada en su nivel. Con poco manejo de pelota, poca claridad en ataque y una defensa que contaba con poca ayuda de los de arriba, se hizo demasiado cuesta arriba. Camblor falló un mano a mano muy claro en el 0-2, y luego un defensor amarillo le ahogó el grito a Cruz, quien ingresó a los 10 minutos por un apagado Rabachini, pero no gravitó de manera acorde a su nivel.
En el segundo tiempo, el Violeta tiró su manotazo de ahogado. Con lo que le quedaba, salió a torear al rival y enseguida consiguió el descuento tras un zurdazo de Camblor al primer palo. En los 5 minutos siguientes, con Rabachini de vuelta en cancha, Pitta tuvo 4 o 5 situaciones claras de gol, con buenas jugadas de la dupla defensiva o de Camblor que terminaban en asistencias a Rabachini, el cual no supo aprovecharlas como en encuentros anteriores. Así, se fue el último bondi a la hazaña. Las fuerzas se agotaron y el rival, quien debió volver a poner a sus mejores jugadores en cancha, completó la victoria con 3 goles más y varias situaciones desviadas en la línea por la defensa. Casi sobre el final, Camblor recibió tarjeta amarilla y Aleidín, quien quiso colaborar como delantero, solo entró a pelearse con todos, en especial con Klix, estrella del equipo pero lamentablemente con una actitud y una conducta en el campo deplorables: protestando permanentemente, simulando, peleando, hablando con el réferi los 40 minutos y hasta eligiendo cortar una situacion clara de gol de su equipo para que un rival sea amonestado. Realmente triste que un jugador de su calidad técnica elija recurrir a ese tipo de juego para sacar ventajas, y mas en un torneo como este, ideado para el disfrute.
Triste también fue la actuación del árbitro. No en cuanto al desarrollo del partido, ya que no influyó en el resultado de ninguna manera. Fue triste ver a un réferi burlarse del equipo Violeta con los jugadores del equipo rival, no una sino repetidas veces. Demasiado amigo de los de amarillo, permitió que Klix expusiera todo su lamentable repertorio actitudinal sin ni siquiera una advertencia. Inútil hubiera sido quejarse ante él.
Pero lo mas triste de todo fue la falta de compromiso de algunos jugadores del equipo, los cuales sabiendo del horario del encuentro, salieron la noche anterior y se presentaron en condiciones impropias para explotar su rendimiento al máximo. A todos los jugadores del plantel les encantaría poder salir a divertirse un sábado por la noche, pero sin embargo la mayoría respeta el compromiso con el grupo y no sale, descansa, se prepara para estar bien el domingo. ¿Por qué, entonces, deben pagar aquellos que hacen el esfuerzo por aquellos que creen que si beben y duermen una hora van a jugar bien igual? Muy injusto. Los que lo hicieron, deben repensar las cosas y plantearse cada sábado ¿Joda o Equipo? Ambas es imposible. Aquel camino que comenzó a emprenderse hace dos semanas hoy nuevamente se enturbia, entra en la nebulosa mas peligrosa: la de la falta de compromiso. Sin compromiso, baja el rendimiento, se desarma la unión lograda y los resultados buenos no aparecen. También hubo falta de actitud en algunos pasajes y la soltura de los entrenamientos no afloró en algunos jugadores, así como su puntería.
La cuestión es entonces: que no pase de nuevo nada de esto. El camino: el del empeño, trabajo y sacrificio.
El próximo domingo, el Violeta tiene otra parada dura con La Oruga, quien se ubica tercero, a las 13.45.
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