domingo, julio 01, 2007

UN CIERRE Y UN NUEVO COMIENZO


A pesar del terrible inicio, de las goleadas estrepitosas y los vaivenes en el grupo, llegó la última fecha de este Torneo Centenera Apertura 2007, y el Club Sportivo Pittaluga estuvo presente con su plantel completo, por primera vez en el certamen.
Tras una buena reunión que sentó los pasos a seguir en el próximo torneo, el Violeta salió a la cancha para impedir el festejo de su rival, Deportivo TSI, quien llegaba con aspiraciones de campeonato.
El 5 inicial fue el de las últimas fechas: Paradela, Acebey, Ger. Ferrentino, Rabachini y Camblor. Afuera esperaban Aleidin, Gon. Ferrentino, Alvarez y Otero, alentando y apoyando al equipo.
El encuentro tuvo un muy buen PT, en donde había situaciones para ambos bandos, mas peligrosas para el rival, quien se adelantó 3-0 en el marcador. Pero la remontada no tardaría en llegar, con dos apariciones de Ger. Ferrentino, quien con un bombazo y una gran pared con Rabachini ponían a tiro a Pitta. Así se fue la primera mitad, con un 10 naranja endiablado, al que nadie podía parar, y con un Violeta que contaba con un Paradela inspirado y 4 jugadores que se sacrificaron al máximo. En el ST, los 4 suplentes salieron de entrada, y metieron presión. A los 5', Otero convierte el 3-3 en lo que sería el momento más emotivo de un partido en donde el equipo con mas sangre y coraje fue el perdedor. Fue el Violeta, que desbarrancó tras ese gol y se fue abajo 5-3. Luego vinieron los cambios, pero ya no tenía vuelta atrás el resultado: el 5-3 pasó a ser 7-3, y luego Ger. Ferrentino marcó su tercer gol para descontar. Sobre el final, llegaría el 8-4 definitivo, diferencia que podría haber sido menor o mayor. Menor porque el violeta creó varias situaciones, aunque poco claras, de la mano de Ger. Ferrentino (de gran partido), Rabachini y Camblor, además de remates de media distancia de Paradela, Otero y Acebey. Y mayor, porque Paradela fue una verdadera muralla, como en los últimos encuentros, salvando pelotas de todo tipo y demostrando una vez mas por qué llegó al equipo.
Así se fue el primer torneo. Un torneo que dejó momentos buenos y malos, pero por sobre todo, enseñó muchas cosas. Nos bajó los humos, nos mostró que estábamos muy por debajo de lo que se pensaba y que para llegar lejos, hace falta remar mucho, tener constancia y ponerle muchas ganas. Que falta muchísima experiencia y que es esa experiencia la que te lleva después a ganar partidos cerrados. También nos enseñó, que para que un equipo gane, tiene que ser un equipo en serio, en donde haya apoyo mutuo y siempre esté antes el equipo que la gloria personal y los prejuicios.
También marcó el final de la carrera del Borracho Álvarez en el equipo, por lo menos en los torneos oficiales, ya que optó por no continuar en el próximo torneo por problemas personales, ajenos al equipo y sus integrantes.

Desde aquella fría mañana del 15 de Abril ante el OADYR hasta este frió 1 de Julio habrán cambiado muchas cosas, pero la pasión por la camiseta, las ganas de venir a jugar los Domingos siguen estando presentes, y son esas ganas las que generan que en el Clausura podamos ver una vez más al glorioso Violeta dejando la vida en las canchas de Centenera.
Estos nueve guerreros dejaron todo en este torneo y jamás se dejaron caer por los resultados, siempre que pudieron (o quisieron) estuvieron ahí para aportar lo suyo, ya sea desde afuera o desde adentro, alentando o insultando, feliz o enojado, pagando o debiendo.
Y es por eso, por todo ese sacrificio y esas ganas que se renuevan cada semana, que hay que ponerse de pie y aplaudir bien fuerte a todos, y decirles nada más que una palabra:

Gracias.